Cartas de lectores

Los carreros aducen: “no somos delincuentes”, es verdad, la mayoría son laburantes incluso se los ve ayudados por sus mujeres o algún niño, causando pena y muchas veces, rechazo. Recuerdo un caso que viví hace años. Bajando el puente de la avenida Sarmiento, antes de las 8, horario que todo el mundo viene apurado, circulaba detrás de un motociclista con su respectivo casco. Se cruzó un carro desaprensivamente por calle Catamarca, se produjo una explosión y el motociclista aterrizó en la vereda en un vuelo sin escalas. Fui a socorrerlo pensando en lo peor, pero no había sufrido grandes daños, salvo una muñeca y un par de costillas rotas, el casco por un lado, un zapato en la platabanda y la moto era un moño. ¿Y el carrero? ¡Bien, gracias! Alguien comentó era un flaquito de gorra con un carro colorado, se bajó a observar la rueda y se fue. Fríamente, no se lo puede juzgar por esa actitud, es parte de la cultura porque son realmente víctimas del sistema. Ahora la otra parte: ellos se la rebuscan llevando residuos y escombros, pero la mitad de la culpa la tienen los que los contratan porque todos sabemos que la tiran en la vía pública y de ahí el continuo resucitar de los basurales. En otras latitudes, los residuos significan dinero y mucho (previamente clasificados que son usados en metales para industrias, fertilizantes, plásticos reciclables). No inventemos nada, solo tratemos de copiar. Todo esto está en manos de los gobernantes y de los ciudadanos, aunque no sea un trámite a corto plazo. Por lo que veo, leo y escucho, Tucumán sería el candidato más firme al “Martín Fierro” en el rubro basurales.

Cuenta Daniel Balmaceda que en tiempos en que la galera era el medio de locomoción más confortable, pero los caminos ofrecían mil peligros, el pasajero Lionel Walton nunca llegó a destino. El coche fue atacado por la indiada y una lanza se cargó la vida del inmigrante inglés. En 1911, la nieta de Lionel dio a luz un niño a quien quiso anotar con el nombre de su abuelo. Pero en el Registro Civil transformaron el Lionel en Leonel. Su nombre completo terminó siendo Leonel Edmundo Rivero. Un tío de Leonel le enseñó a tocar la guitarra y, a la vez, algo de literatura porque punteaba acordes, mientras recitaba el Martín Fierro. En la adolescencia, Leonel comenzó a pegar estirones y su altura lo convirtió en el arquero del equipo de fútbol del barrio. El tamaño también fue determinante cuando hizo el servicio militar. Ingresó al Regimiento de Granaderos a Caballo, convirtiéndose en un buen jinete. Allí también cautivó con sus canciones. Lo suyo era la música. Su primera actuación profesional, la primera vez que recibió una retribución por la música, fue en la radio. En aquel tiempo los dueños de las radios aceptaban mercaderías a cambio de promoción. Por lo tanto, los empleados y circunstanciales contratados también cobraban en especie. El primer cachet de Edmundo Rivero fue un pescado. Según contó, le dieron a elegir entre un pejerrey y una merluza. Lamentablemente, en sus memorias olvidó mencionar cuál fue su elección.

Comparto la mirada crítica de la lectora María Eugenia Ezquer (carta “30 días de gestión”, del 19/1) sobre el deterioro institucional acaecido en nuestra provincia. Deterioro que, en mi opinión, no es obra de una gestión gubernamental, sino el fruto de varias gestiones gubernamentales del último medio siglo (por asignarle una relación temporal al fenómeno). Será triste y doloroso expresarlo pero, desde mi punto de vista, todos somos responsables, de una u otra manera, de tal situación. Ahora bien, el pasado 7/12/15, bajo el título “Cambio”, en este espacio se publicó una carta de la misma lectora informando que en las pasadas elecciones había votado en el exterior - junto con otros ciudadanos- estando de viaje por razones de turismo (merecido, sin lugar a dudas). Como los ciudadanos de viaje por el exterior están imposibilitados de votar, La Gaceta del 8/12/15 publicó mi carta bajo el título “Traspaso I” en la que consultaba basada en qué norma legal la señora Ezquer pudo votar al igual que los otros connacionales. Hasta el día de hoy no se ha publicado respuesta a tal interrogante por lo que, y aprovechando la nueva publicación de ella, deseo reiterar, con todo respeto, mi pedido. Es de mi interés saber si hay disposiciones que el Ministerio de Relaciones Exteriores no ha publicado y que constituyan una modificación al régimen hecho público por dicha dependencia nacional y que se repiten en las páginas de diversas embajadas. Desde ya agradecido por ilustrarme al respecto.

LA GACETA del 9 y el 10 de enero pasado, hacen conocer a la opinión pública, que las localidades que sufrieron inundaciones, fueron socorridas con partidas especiales de dinero, San Pablo fue una de estas. Lo que se desconoce que desde hace varios días en el piedemonte de esta localidad, están operando maquinas viales y camiones de gran porte. Con canteras en el río Salí, abrieron el viejo camino a la Quebrada de Lules por San Pablo, hasta el río Muerto, y están extrayendo áridos, materiales aptos para la compactación de suelos. La denuncia de este irregular suceso la hicieron vecinos linderos a la traza del camino; el recorrido de los transportadores se efectúa por la parte de atrás del camino vecinal, un tramo pavimentado, y el resto hasta la unión con la ruta 338, que une San Pablo con Villa Nougués, sin pavimentar. También se abrió el camino de la ex Colonia 4, extraen el árido, y luego recorren por el lado sur de la localidad hasta el viejo camino llamado “El de Malvinas”, hasta la el cruce con la ruta 301. Por esta tarea, así como por la poda de plantas, la están realizando subordinados al comisionado Castro,  entiendo que con prontitud debería actuar la Dirección de Minería de la Provincia de Tucumán,  verificando “in situ”, lo mencionado. Que se sepa que el daño producido a la naturaleza y al ecosistema, casi con certeza, en muchos casos es irrecuperable. 

LA GACETA del 7 de enero publica el aumento que tendrá el inmobiliario según proyecto enviado por el intendente de Yerba Buena y aprobado por el Concejo Deliberante, dado que las cifras estaban desactualizadas. Por lo tanto deduzco que el CISI que paga el contribuyente será mayor. Pregunto: ¿eso redundará en una mejor calidad de vida para el vecino? Si se aumenta la contribución por alumbrado, barrido y limpieza, espero una mejora en los tres aspectos. Hoy, la intersección de calle San Martín y Boulevard 9 de Julio, es una total oscuridad, además la calle no tiene barrido y menos limpieza. Observo una total inacción municipal con los lotes baldíos. Deberían establecerse multas escarmentadoras para aquellos que no mantuvieran limpios los terrenos de su propiedad. Si las autoridades sanitarias están aconsejando cuidar la higiene por dengue y otras enfermedades hay terrenos que son fuente de cultivo para esto. Y pongo de ejemplo la calle San Martín al 500, donde hay lotes que son pequeñas selvas y los vecinos además del riesgo que significa por la inseguridad, debemos soportar toda clase de alimañas y suciedad. La Municipalidad ausente. ¿Y debemos abonar más por algo que no se cumple?

He leído en LA GACETA que el gobierno ha dispuesto  liberar a los bancos de la obligación de enviar los resúmenes de cuenta en papel impreso, una modalidad que también están tratando de implementar las empresas de telefonía. La medida me parece totalmente arbitraria desde que supone erróneamente que todos los bancarizados o usuarios  disponemos de computadoras, impresoras y/o teléfonos inteligentes, elementos  que como todos sabemos tienen un  elevado costo. No se puede asumir  de ninguna forma que todos  los ciudadanos disponen de estos aparatos que ademas obligan a soportar los costos de  impresión. El asunto es que con el correr del tiempo hemos visto cómo la llamada bancarización ha eximido  paulatinamente a los bancos de muchas tareas que ahora todos nos vemos obligados a ejecutar, para lo cual debemos estar dispuestos a perder buena parte de la mañana y soportar interminables colas hasta para pedir información. Todo hace pensar que  la tendencia del llamado “nuevo orden mundial”, es que las compañías  multinacionales de telefonía y los bancos puedan dedicarse exclusivamente a ganar dinero con un costo operativo de cero pesos.

Hace más de tres años, las fuentes de la plaza San Martín, no funcionan. Todo hace suponer que quedarán como reliquias del “dolor de ya no ser”. Sería todo un acierto si la Municipalidad se abstuviera de construir en el futuro nuevas fuentes.